Por Chelo Mil
Crudo y cruel es el invierno, que a cada paso derrama una certeza: un pedazo de hielo antropomorfo que refracta la luz del sol.
Pero si vamos a hablar de certezas hablemos del diario, del periódico, del segundero de la historia, poblado de anécdotas de ayer que sería mejor olvidar y, que al mojarlo, su tinta se diluye en un gris informe sobre el frágil papel prensa.
También, mi barba tiene canas y éstas son la certeza del paso del tiempo. No hay dudas, la noche eterna debe ser dormida, como dijo Petronio.